Altea, Calpe y Javea

Altea: Encanto Mediterráneo

Altea, un tesoro en la costa de Alicante, se distingue por su arquitectura blanca, sus estrechas calles empedradas y su ambiente bohemio. La iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, con su cúpula azul y sus vistas panorámicas, es un icono de la ciudad. Los artistas locales y las galerías de arte llenan sus rincones, inspirados por la luz y el paisaje mediterráneo.

Pero Altea no es solo arte; sus playas de guijarros y aguas cristalinas invitan al descanso y la contemplación. La playa de la Roda, con su paseo marítimo animado, es perfecta para disfrutar del sol y la brisa marina. Y para una experiencia gastronómica inolvidable, nada como degustar los platos típicos de la zona en alguno de los encantadores restaurantes del casco antiguo.

Calpe: Tesoro Natural

Calpe, dominada por el imponente Peñón de Ifach, es un destino emblemático en la Costa Blanca. Esta mole rocosa, declarada parque natural, ofrece rutas de senderismo con vistas panorámicas incomparables. En la base del peñón, el puerto pesquero y el paseo marítimo dan vida a la ciudad, donde se puede saborear deliciosos mariscos frescos en los restaurantes locales.

Las playas de Calpe, como la playa de la Fossa y la playa del Arenal-Bol, son perfectas para disfrutar del sol y el mar. Además, el casco antiguo, con sus estrechas calles llenas de historia, invita a perderse entre sus tiendas y bares típicos. Calpe es un destino donde la naturaleza y la cultura se fusionan en un ambiente único.

Jávea: Paraíso Mediterráneo

Jávea, con su costa recortada por impresionantes acantilados y sus idílicas calas, es un paraíso para los amantes del mar. La cala Granadella y la cala Ambolo, rodeadas de vegetación y aguas turquesas, son verdaderos refugios naturales. Además, el cabo de la Nao y el cabo de San Antonio ofrecen espectaculares vistas panorámicas.

El casco histórico de Jávea, con su iglesia fortificada y sus casas encaladas, es un encantador laberinto de calles empedradas. Aquí, se pueden encontrar tiendas de artesanía local y restaurantes con terrazas al aire libre, perfectos para disfrutar de la gastronomía mediterránea. Jávea es un destino que combina la belleza natural con el encanto tradicional de los pueblos costeros españoles.